De Buenos Aires- Argentina

Escribo únicamente por gusto y placer. Coleccionista de libros y buena música. Amante de las tardes lluviosas de invierno. Manija 24/7. Impulsiva. Apasionada. Sueño mucho y en grande. Viajar para renovarse. Improvisada siempre. Todo es un planazo


martes, 27 de febrero de 2018

Hay

Hay sonrisas de las que uno no vuelve más, aparecen con total impunidad y te rompen el cráneo con la misma facilidad que el vidriagón destroza a un caminante blanco. Y uno no entiende nada, es como cuando te visita un amigo sin avisar, le abrís la puerta y ve tus quilombos internos, no te da tiempo a acomodar nada, pero no importa, porque aun así se queda.
Hay miradas que son galaxias, te hacen subir a la nave, aunque este toda rota, y suicidarte lentamente, aun sabiendo que no le da la carrocería para el salto a la velocidad de la luz, e igual uno se manda, sin casco, con el tubo de oxígeno a medio cargar, sabiendo que si uno se eyecta va a quedar perdido flotando para siempre y si uno sabe flotar, lo que no sabrá es volver a casa.
Hay abrazos que no suceden, hay canciones que no se irán más, hay momentos que nos estrujan el alma, momentos que nos dejan en pelotas. Momentos donde queremos cambiar algunas cosas, momentos donde dejamos que todo simplemente se acomode, porque a la larga o a la corta sabemos que cada cosa pasa cuando tiene que pasar.
Hay sonrisas que no se pueden olvidar aunque se vayan, porque no se van en realidad y hay momentos donde uno se tiene que sentar a acomodarse las partes, cual tetris que se nos fue de las manos rogando que caiga la fichita larga, y esta siempre cae, aun cuando la vida se está por ir a la mierda y uno acomoda todo de nuevo.
Hay que dejarse matar por las sonrisas, hay que dejarse perder por las miradas un rato, para saber que estamos vivos, para saber que no morimos y seguimos caminando, para saber que no nos acostumbramos, que ya tenemos tachuelas en los zapatos y que alguien nos va a emparchar un poco. Para saber que no todo está perdido, que seguimos ofreciendo el corazón, que el fin de amar es sentirse más vivo, y podría seguir hasta mañana nombrando millones de canciones que nos recuerdan que detrás de cada dolor vendrá un nuevo amanecer.
Pero estamos vivos, y hay sonrisas. ​Sonrisas que matarían ​en batalla ​​, y aun así sobrevivimos.
Somos re valientes, , nos clavamos una ​pinta de ​cerveza​​,​ tiramos el anillo al aire como quien tira una moneda a la suerte​ y nos vamos de nuevo​,​ ​t​otal estamos vivos,​ bien vivos​ y tenemos aguante.

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